lunes, 21 de marzo de 2011

CONDUCCIÓN EN DÍAS DE LLUVIA

Las condiciones climáticas como la lluvia, la neblina y otras situaciones no son las responsables exclusivas de los accidentes de tránsito. La falta de mantenimiento mecánico de los vehículos aumenta las posibilidades de riesgo cuando los conductores se enfrentan a un clima adverso. En
días con precipitaciones, las fallas mecánicas más frecuentes son las vinculadas a los frenos, los neumáticos y la dirección.



PREPARACIÓN DEL VEHÍCULO. Desde el punto de vista de mantenimiento, existe una variedad de acciones relativamente simples que usted debe encarar para hacer su vehículo más seguro. Verifique: el funcionamiento correcto de los frenos, dirección, luces, motor y gomas de los limpiaparabrisas, tren delantero, así como las condiciones de los cauchos y la presión de aire recomendada.


AGUA ENTRE USTED Y EL CAMINO. Las primeras gotas de lluvia significan peligro. Se forma sobre el parabrisa una delgada película con el polvo y el hollín que se ha depositado sobre los cristales. Esta película no nos deja ver bien y por un momento, los limpiaparabrisas son incapaces de poder normalizar la situación. De igual forma, las vías están más resbaladizas, pues el aceite que cae de los automóviles no ha sido barrido por la lluvia. Cuando más rápido maneje, mayor será el volumen de agua que las ruedas deben exprimir. A medida que la velocidad aumenta, el agua quedará atrapada momentáneamente entre la superficie de rodamiento y la superficie del camino. Esto se llama hidroplanear. Reduzca la velocidad y tenga en cuenta que será necesario, por lo menos dos veces, la distancia normal para parar.


EVITE ADELANTAR VEHÍCULOS. Si tiene que hacerlo, procure tener suficiente distancia para adelantar y ejecute las maniobras de giro para cambiar de carril lo más suave posible.

VISIBILIDAD REDUCIDA. Alerte a los demás conductores de su presencia, manteniendo encendidas las luces bajas de su vehículo, aún durante el día. Ajuste la velocidad a las condiciones atmosféricas y si es necesario deténgase hasta que la visibilidad le permita continuar. ¿Sabía Usted que para frenar totalmente un vehículo que circule a 100 Km/H, en un día lluvioso, se necesita un espacio libre igual al largo de una cancha de fútbol?

SÍ PIERDE EL CONTROL. Mantenga el pie fuera del freno (al frenar aumenta la intensidad de la coleada), gire las ruedas en la dirección que tome la parte trasera del vehículo y cuando se recupere “el agarre” sobre la carretera, enderece las ruedas suavemente.

¡TENGA CUIDADO!
Uno de los fenómenos que se producen cuando la lluvia es intensa es el Hidroplaneamiento. Los neumáticos no están tocando la carretera y usted puede perder fácilmente el control del vehículo y patinar. Entre las cubiertas de los neumáticos y el pavimento se forma una película de agua. Las cubiertas pasan por encima de esta y hace muy difícil el control de la dirección y los frenos. A velocidades de 55 Km /H los neumáticos “barren” la superficie de la calle en el punto de contacto, tal como lo hace la escobilla del limpiaparabrisas sobre el mismo. A medida que la velocidad aumenta, los neumáticos se empiezan a comportar como un esquí acuático y a 90 Km/H, están totalmente sobre el agua.


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